
La pulpa de la uva está formada por un gran número de células y se divide en tres zonas: zona interior, zona central y zona exterior.
La primera es la pulpa que envuelve a la semilla y posee una buena cantidad de ácidos y menor cantidad de azúcares.
La central es rica en azúcares y cuenta con una cantidad media de ácidos.
Finalmente, la zona exterior es la que está más en contacto con la piel de la uva.